lunes, 23 de agosto de 2010

Hijos de mineros

Hace muy poco tiempo por esas cosas del orden me tope entre mis libros con un ejemplar de Subterra ;la novela chilena de Baldomero Lillo que narra las historias y desventuras de un grupo de mineros del carbón ,como a mi hija le indicaron leer este precioso libro me instale en mi sofá con una taza de humeante café y me incorpore a leer nuevamente cada una de las paginas de mi libro ; fui desentrañando todo aquello que en esta cruel época sucedió a tantos mineros que fueron pasando anónimos en nuestra historia .Mas de una lagrima se mezclo con el sabor de mi bebida al recorrer cada una de las palabras que allí aparecían , mas aun mi hija que casi inconmovible por toda la tecnología de la cual hoy es presa bajo una a una las escaleras en un silencio recogedor y sus ojos llenos de lagrimas al experimentar lo que maravillosamente la lectura hace en las personas( ....conectarnos con la historia del otro) empezó una conversación que hoy me pareció prudente compartir con ustedes debido a los acontecimientos que todos hemos presenciado a través de la televisión ; bueno ella tíimidamente sin poder dar mucho crédito a lo que leíia e inquisidoramente me pregunto si era real lo que allí aparecía , a lo que respondí con calma , bebiendo un poco de café y sin levantar la vista ... si hija ...mas aun creo que todos aquellos que tuvimos padres mineros lo experimentamos mas de una vez...!:Por supuesto mi hija no podía dar crédito que nuestras historias se asemejaran a las de Subterra siendo Chuquicamata como era lider en tecnología minera y con la capacidad adquisitiva que este yacimiento tiene mas al contarle las historias y las angustias que también vivió nuestro glorioso Chuqui ...fue llenándose mi sala solamente con mi voz , como no recordar aquellas veces que veíamos a nuestros padres partir a la pega con su bolsito preparado caminando con el hielo de la noche y el viento que golpeaba aun mas fuerte allá en el campamento veiamos como los ojos de nuestras madres se perdían tras la figura ancha y grande de nuestros padres rogando que una vez que terminara el turno el viejo volviera sano y salvo , mas aun el recordar cada vez que se escuchaba a lo lejos las bocinas de las ambulancias o los furgones de carabinero a toda velocidad camino a la mina nos aprisionaba el corazón y arrancaba de los labios de nuestros adultos y de nosotros mismos mas de un Padre Nuestro implorado a Dios, para que protegiera la vida de los viejitos que estaban en ese momento dentro de la mina. Cuantas veces no vimos a Chuqui enlutarse cuando los grandes accidentes de la mina o la fundición llenaban el aire con ese olor de cólera pena y frustración al saber que muchos padres hermanos o abuelos habían partido mucho antes de lo que debian ..si aun podemos escuchar a los trabajadores peleando en las reuniones sindicales con enardecidos gritos y silbidos por que la empresa escuchara sus peticiones que llegarian a ser el bien de cada una de sus familias. Cada hijo que salio de nuestro Chuqui mas de una vez sintió su pecho apretado al ver a su padre vestido de minero entonando con fuerza las canciones de Antonio prieto o de los Pampinos que ponian en los altoparlantes del Auditorium sindical ....Mucho les costo a nuestros mineros ganarse el pan en esos dias tambien , al concluir este relato mi hija corrió a tomar su celular y marco como acto seguido el telefono de mi padre y con voz emocionada le dijo...te quiero tata, ahí una lagrima corrió por mi mejilla .Hoy al ver las noticias pensé en mi historia y en las que viven hoy los mineros y ustedes amigos mios Chuquicamatinos podran apoyarme y decir por Dios... tanto nos parecemos ...tanto


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