Cuando nace una niñita,todos celebran con sus padres tamaño acontecimiento,envían globos y peluches con hermosos tonos rosas,el padre orgulloso hincha el pecho y hace bromas respecto a cuanto tendrá que cuidar a su princesa,la madre se emociona pensando las cosas bellas y delicadas que hará con la preciosa niña que tiene entre sus brazos,y empiezan una carrera interminable de lazos y encajes,de muñequitas y servicios de té,se le enseña a cocinar a criar hijos,a ser femenina y delicada, a soñar con príncipes azules que la rescatarán de su soledad,con hadas mágicas que le otorgarán deseos de eterna felicidad y la envolverán en delicados y etéreos trajes de bailes. Y el tiempo avanza a pasos agigantados,la niña empieza a ser mujer a acercarse tímidamente al amor,a las decepciones, a la felicidad mediata,aprende a callar,a sonreír para agradar,a resignarse a tener pequeñas muestras de cariño ,pero nunca a sentir más allá de lo que socialmente debe sentir y así lentamente ese precioso tesoro que en un tiempo fue un cúmulo de sueños y esperanzas se transforma en preocupaciones ,dolores de cabeza,miedos y sufrimientos para sus padres,se le llena de mil consejos sobre posibles horrores que le pasarán si ella no cumple con los parámetros sociales,se le castiga por ser lo que un día se le inculcó,se le asusta y presiona con el tiempo que rápidamente tiene en esta vida para llegar a una meta que la mayoría de las veces sólo está en la cabeza de los demás,pero nunca se le dice lo importante que es para todos,no le señalan lo dulce que es sólo por ser mujer,no se le valora lo fuerte que ha llegado a ser o las mil posibilidades que este mundo le da . La vida inexorablemente va avanzando y esa hermosa princesa que ha cometido mil errores como todos va quedando de lado transformándose en la sombra de la casa, el ser que fue rechazado y que no logró ser el primer premio de alguien; los años agregaron arrugas y cicatrices al corazón de esta niña frágil y el miedo frustro el hermoso par de alas que Dios le regaló antes de venir a este mundo ; sólo le quedan un par de hermosos chiquillos que entre travesuras y llantos le recuerdan viejos amores,pero ella es feliz, porque a pesar de los mil reproches esos ojillos inquietos le demuestran lo hermosa que es una mujer que dio vida , que amó sin ser amada y que es fuerte y grácil porque aún sola ,criticada y marchita tiene quien la ama incondicionalmente.....tres hijos que día a día le dicen Mamá.
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